viernes, 19 de junio de 2009

el don de creer



Un poema de Leonor Silvestri, de El don de creer. Un regalo que no se concede siempre ese el de creer. Creer y esperar, o no esperar, algo bueno tiene que salir de todo esto.

James Towle
Leonor Silvestri
A Dariush, en su cumpleaños 34.
Para mis cumpas en ticolandia y los sufrientes por amor. todo dolor pasa, toda angustia cede. la alegria retornara siempre


La cama está vacía
la forma de tu cuerpo
en ella
quedó grabada con un punzón
caliente en mi cabeza
cada vez que me meto.

Pero,
materialmente hablando
no queda
nada de vos.

Así,
pasarme las horas
tratando de recordar
cómo sabía tu piel
qué olor tenías
cuán suaves eran tus manos
cuando me tocabas.


-La razón, ¿quién la posee?
vieja mala, no me permite
pensar. –

La mente nunca ha sido una aliada.
Solo a través de nuestro tacto
la razón se sindica a los sentidos.

Así,
olvido por qué es
de algún modo siniestro
una suerte que esta cama hoy
esté tan solo llena de mí.


Amarte así, amarte
¿haberte esperado
toda una vida?
¿seremos los últimos?
destructores de máquinas
amamos como si fuéramos a quedarnos
toda la vida en Liverpool fabril
cuna de paño irlandés.
¿y si fuéramos los últimos?
amarte así
haberte amado
tanto

Hace siglos que juego este juego:
los cuentos no se cuentan rectos
la honestidad propia no existe
nadie puede dar cuenta de si
todo es pura inquietud y desazón.

De memoria
me conozco los mecanismos
con los cuales
quienes aun se aman
escapan al dolor indecible
del fracaso
y de la pérdida.

¿Por qué demorarme ahora en esta historia?

Impelida recodar
el amor es puro intento
propulsión sin resultado.

Testimonios remanentes inconforme:
actas de juicios, informes de autoridad,
sesiones de terapia futuras
dedicadas en exclusividad, poemas y fotos,
algunas canciones.

¿Existe un espacio de audición
cuando el lenguaje es
ecolalia, balbuceo, clausura?

Petitio Principi:
fracaso luego soy
anónimo, frágil, débil
casi absurdo.

Me opongo
a los símbolos de una economía política
triunfante.

El amor sigue siendo una maquinaria imposible
de adquirir y administrar por mis comunidades
me encuentro en una etapa artesanal de la conciencia
amatoria, de nuestra ética.

De todos modos,
Violencia, nuestro pacto ya no se quebrantará.
Atacar la casa del patrón
sabotear sus resortes
siguen siendo mis tácticas.


Quien no dobla las rodillas
se le rompe la cerviz
la nuca quebrada
a la fuerza
cae por el pozo de la horca vociferando
un viejo himno libertario
silencio
las cuerdas se anudan en cerrazón
de horca, juego infantil hoy
en horas libres.

En fin,
nada que se acerque a la verdad.
Ned Ludd nunca existió:
solo un nombre pergeñado para despistar
una trampa casa bobos.

Entonces ¿cómo podré encontrarte?

Ludismo, romper la maquina
de lo que nos interpela
ideológicamente,
nuevo crimen legislado
por el deber ser del amor.

Me abrazo al cuello de caballo
de lo que está por devenir
construiré eslabón de un engranaje
que se fragua a fuego lento,
sobre mi regazo reposa
un amante, o un gato mortal.

La paradoja:
fundición alejada de la humanidad,
ama y propietaria,
marcha por la panamericana
hacia el progreso

Ninguna sublevación espontánea
ninguna ficción del espíritu
salvaje emerge del vacío.
Por generaciones se transmite
una herencia de maltrato,
saberes resistentes macerados
para escapar a la lógica maniquea
de las culpas, las reacciones estímulo-respuesta,
el gran dirigente de las facturas a pagar.

Si el juego no es nuevo
habrá otros jugadores
otros últimos destructores de máquinas
tal vez nosotros mismos
seamos otros y volveremos
a jugar.

1 comentario:

Unknown dijo...

nena ojala salga algooooo
en fin
me grabas tarnation
cuando nos juntamos