martes, 17 de julio de 2007

Declaración de principios


Abrir un blog, hacer una declaración de principios. Sólo sé que el fotolog no deja que firmen anónimos ni bloggers.
Y buscarse a unx mismx para empezar a deshacerse empieza por algún lado. La infancia, el espejo, el bosque, el otro, lxs otrxs.
No me veo, no me encuentro, escondida como estoy en el bosque.
Releo a Foucault, sus últimos días. Y la inquietud insistente: ¿Acaso esa búsqueda de la verdad fresca de la infancia o de unx mismx deba dejar de lado su costado confesional, atravesado, indefectiblemente, por la tradición cristiana –católica en mi caso- y el psicoanálisis? Dejar de lado la búsqueda de la pureza oculta, la verdad prístina a ser revelada en un acto doloroso, personal y a la vez compartido. Todo esto en pos de una adecuada y atenta recolección de ese “logos fragmentario” del que hablaba Foucault que nos permita vivir con unx mismx, en paz con unx mismx, con lo que se es, lo que se ha sido, en tanto vivido, aprendido, escrito y vuelto a leer. Eso, nada más.
Y lo dejo en palabras de Foucault: "A pesar del hecho de que eran personales, los hypomnemata no deben considerarse como diarios íntimos, ni como relatos de experiencias espirituales (tentaciones, luchas, caídas y victorias) como los que pueden hallarse en la posterior literatura cristiana. No constituyen un "informe de sí mismo"; su objetivo no es el de arrojar luz sobre los arcana conscientiae, cuya confesión -ya sea oral o escrita- tiene valor depuratorio. El cambio que pretenden producir es el inverso de esto último. No persiguen lo indescriptible, ni tampoco revelar lo oculto, o decir lo no dicho; por el contrario, pretenden juntar lo ya dicho, volver a estructurar aquello que se ha escuchado o leído, y todo esto, nada menos que para lograr la constitución del propio yo." (en El yo minimalista y otras conversaciones)

5 comentarios:

Martin dijo...

Hola. Me alegro de que al fin te decidieras. Me pone contento de verdad, casi casi al punto de escribir caritas sonrientes y exaltar las palabras repitiendo indefinidamente las vocales (este medio tiene sus códigos y limitaciones). Me gusta mucho tu estilo intimista, aunque sea en definitiva recopilación de lo ya dicho. Y como te conozco un poquito bastante eso me da ciertos privilegios, de los que me voy a aprovechar, por supuesto.

Te leo.

Anónimo dijo...

Lindo amanecer así. Más allá del café, los analgésicos que me mantienen en pie, los cigarrillos, las melbas, las corridas y apuros de cualquier mañana. Esto es como un regalo, mi amiga. O una promesa de regalo, o un regalo en cuotas. En todo caso es algo que deseaba desde hace tiempo. Se que no leere tus palabras, que las palabras nada significan; que de leer, leere otra cosa: una mirada, un cuerpo, una sonrisa, un perfume, un atardecer, una noche, un esotérico elixir, un tecito a las cinco.
Hugo

joad dijo...

Ah, y te dejo la dir de mi "coso":http://elfantasmadelahistoria.blogspot.com/

aldo pellegrini dijo...

me gusta ese topos locus heideggeriano-fenomenologista que habla de traer a presencia lo aún no presente, reconocer-se en uno mismo, quizás.
una búsqueda, es cierto, sin telos, al contrario, puro fin en sí mismo, puro de-venir, dar-se el ser.
pensándolo mejor, quizás, no haya tal búsqueda, especie de e-sencia a re-encontrar-se, sino un irremediable manifestar-se el ser como forma que se recorta en este desastre, este silencio que abruma, que nos envuelve en este caos indiferenciado, sin fondo, ni figuras.
pero, pensándolo mejor nuevamente, aquello sólo sea una absurda jerga.
así que sea.

ya sabe,
salud y alegría!

P.D.: Hugo a ver cuando hacemos algo! gustoso de verlo bien...

punk luddita dijo...

Hace tiempo que nos venimos leyendo, Dolmancé querido. Las letras son una de nuestras tantas formas de comunicación. Puede aprovecharse de los privilegios, faltaba más. Y después podemos pisotearlos y reírnos de ellos como los buenos y terribles niños que somos.

Y es muy cierto lo que dice ud., mi estimadísimo hugh, ha dado justo en el blanco: leerá todas esas otras cosas que enumera, qué duda cabe.A veces pienso que me conoce con un conocimiento anterior, más allá de edades geológicas, gnóstico casi.

Todo se vuelve grave cuando se nombra a Heidegger. Ya lo dije: soy un alma romántica, me enredo con las declinaciones del ser. Pero esa es la idea, jerga incluida. Es lo que soy, desmoronándose o construyéndose.

Y claro que hay que hacer algo con Hugo! Me sumo gustosa.