jueves, 19 de julio de 2007

Uno

he recorrido palabras junto a ríos y he transformado mi llanto en canción” *

Son las palabras y son los ríos, son los destellos de una infancia, los despojos también, mi nombre, eso sí que lo sé bien, mi nombre y la sombra unida a ese nombre, no los verdes paraísos sino cosas concretas que quiero volver a ver danzar frente a mí, galope desbocado de recuerdos, corriente poderosa de indómitos ríos.
*Eterna Inocencia, "Vientos del amanecer".

5 comentarios:

Anónimo dijo...

SOY TU FAN.



hahah qué comentario coolto.

Martin dijo...

Ah, pero, ¿ésto va a ser así? A este ritmo no todo niño sensible podrá seguirte.

Me pregunto en qué pensás, qué te despierta decir río. Yo nací en la vasta extensión de las pampas y no conocí ningún río, hasta que ví el río de la plata, que es bastante hediondo, aunque no poco entrañable. Cáspita! hediondo... entrañas...

Es a través del odio al porteñocentrismo que uno termina aporteñándose.

Me fui por las ramas, perdón.

Yo también soy tu fan.

tu fan toche!

jiji estoy graciosín.

aldo pellegrini dijo...

es extraño el des-doblar-se el ser, fragmentar momentos como despojos algo inciertos que vuelven, más extraño aún el efímero instante que se observa a sí mismo en un pasado que vuelve, vuelve y no deja de volver y un futuro que lo encadena como deber-ser. la espera-de-sí, aquello que es servil, que emplea el tiempo.
reflexiones que abren el ser a un nuevo instante que escapa y no dice nada, soberanía. Bataille y yo, que me siento tan pequeño.
formas de dar-se el ser ante la nada, en fin.
palabras.

salud y alegría!

joad dijo...

Y mas que seguirla, desde mis ojeras, la pre-siento... Hoy es un día triste y tan poco niño. Le dejo un abrazo.
Hugo

punk luddita dijo...

Es el entusiasmo de lo nuevo, de las palabras que fluyen, metáforas acuáticas que aprendí en el sur.

Ya se irá dosificando el ritmo, a pedido de los fans, claro que sí. El mundo sabe que soy un ser complaciente.(y lo de fan toche habría que considerarlo, Tin, sobre todo por tu costado tanguero, je!)

Entre las olas que invoco-evoco, yo también me siento pequeña, Gastón. Abandóneme en el camino, por ahí, entre más palabras.

Su abrazo llega, querido mío. La infancia es triste también. Y luminosa.